Consejos para favorecer el estudio en casa
Son muchos los estudiantes que no consiguen los resultados esperados al estudiar desde su casa
No se
debe confundir educación domiciliaria con aislamiento social. Lamentablemente,
por desconocimiento, algunas personas relacionan el estudiar en casa con un
descontrol desatado respecto a normas y horarios. La realidad es muy diferente,
las familias hoy deben demostrar compromiso
con el bienestar de sus hijos, no solo el desarrollo del intelecto y la
adquisición de conocimientos, sino que también se preocupan por que sus hijos
participen de actividades en familia durante este proceso de cuarentena. Lejos
de ser criticados, los profesores hoy sobre la marcha están tratando de implementar la educación en casa, deberían ser
admirados y valorados, ellos están buscando , sino que buscando lo mejor para tus
hijos.
El
Homeschooling o educación en el hogar, se ha transformado en una excelente
alternativa para familias que viven en zonas rurales de nuestro país con
difícil acceso a la educación para sus hijos, pero hoy y a razón de esta
pandemia hemos tenido que ir avanzando en este tema.
En primer
lugar, la educación en casa requiere necesariamente suplir las instancias de
socialización que se generan de manera natural en la escuela presencial, con
actividades que sean de interés para los niños y jóvenes. Grupos Boy Scout,
academias de música, danza, idiomas o disciplinas deportivas, son muy buenas
opciones que permiten a los niños compartir con otros de su edad. Sin embargo,
esto significa que la familia debe dedicar bastante más tiempo para la
educación de sus hijos que si estos asistieran a un establecimiento tradicional
El estudiar
desde casa no es una labor simple, es un gran desafío que demanda a los padres
dedicación, tiempo, paciencia y estudio. A diferencia de lo que algunas
personas creen, las familias que educan a sus hijos en casa no son padres
despreocupados y permisivos, muy por el contrario, son padres altamente
comprometidos con el aprendizaje, el desarrollo integral y el bienestar
emocional de sus hijos.
Los
resultados de esta modalidad educativa ya son observables en países con mayor
tradición, como España o Estados Unidos. En este último, universidades como la
de Harvard y la de Yale reservan cupos exclusivos para estudiantes que fueron
educados en casa. Esta preferencia se debe al alto grado de autonomía e
iniciativa que desarrollan las personas educadas en el hogar. Han aprendido de
manera mucho menos estructurada, lo que les ha permitido profundizar distintos
campos del saber, porque han tenido la libertad y el tiempo para hacerlo, sin
ver disminuidas sus habilidades sociales
Oportunidades para mejorar el aprendizaje desde la casa
Como norma general, debemos fijarnos en los hábitos de estudio de los niños. Con unos pequeños ajustes en sus rutinas de estudio, podremos mejorar sus resultados.
Evitar el castigo
El estudiante debe saber que no ha cumplido con sus obligaciones académicas y que hay cierta preocupación por los resultados obtenidos. Lo más probable es que él tampoco se sienta satisfecho. De nada servirá castigar si no comprende el motivo y por qué debe cumplir con sus responsabilidades.
El castigo por sí solo ni educa ni enseña a hacer las cosas de forma correcta. Sin embargo, se le puede privar de algunos privilegios que solo podrá disfrutar cuando éste muestre y compromiso. Debemos centrarnos en ayudarle, confiando en él y haciéndole partícipe en la toma de decisiones sobre cómo mejorar en sus estudios. Castigarlo no servirá lo suficiente.
Buscar el momento adecuado para estudiar
Con una correcta planificación, los estudiantes pueden tener tiempo para desarrollar actividades necesarias para su formación, pero también para divertirse. Lo esencial es crear una rutina, buscando un horario fijo para dedicarla a la realización de deberes y al estudio. Es recomendable dedicar las primeras horas de la tarde para este cometido.
Organizar los tiempos
Estudiar de manera productiva es saber gestionar el tiempo. Lo adecuado es hacer una lista de tareas a realizar. Para ello, una agenda escolar es un buen método para saber qué se debe hacer por la tarde cuando el colegio ha acabado.
Cada tarea tiene que tener un tiempo de inicio y final, intercalando unos minutos de descanso en los que puedan estirar las piernas, beber agua… evitando, en todo momento, distracciones como los dispositivos móviles.
Descansar 8 horas
Unos buenos resultados académicos están marcados por una buena capacidad de concentración. Esto está vinculado al descanso de forma directa. Para que los estudiantes puedan atender adecuadamente a los docentes es necesario que duerman un mínimo de 8 horas.
Repasar antes de dormir
Si el estudiante tiene un examen al día siguiente, repasar lo estudiado antes de irse a dormir le ayudará a memorizar la información. Para ello, los esquemas son una buena herramienta para retener lo que ha aprendido y disponer de la información más importante de un simple vistazo.
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