Diseño del encuentro Constitucional

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La elaboración de un diseño para una actividad política cualquiera implica un ejercicio de abstracción y concentración previo al proceso que coordinaremos. Ese ejercicio será el que nos permita representarnos por adelantado, con el mayor grado de detalle posible, las acciones, los momentos, los tiempos y las maneras o formas de proceder que se van a dar en el proceso de aprendizaje grupal, entendido como proceso de transformación.

Las respuestas a las siguientes preguntas nos darán la pauta necesaria para lograr hacer diseños de encuentro políticos constitucionales. Veamos:
La pregunta Qué nos indica esa pregunta
¿Para qué (el encuentro)? Los objetivos del encuentro
¿Con quiénes? Los participantes
¿Cómo? Los recursos metodológicos y dinámicos a usar
¿Con qué? Los requerimientos y recursos materiales de apoyo
¿Dónde? El local de sesiones
¿Cuándo y por cuánto Los tiempos y los horarios tiempo?
Como vemos, las respuestas a cada una de estas preguntas nos proporcionan el contenido del diseño de nuestra actividad política. Es decir, esas respuestas se traducen en una especie de guión de la actividad, por el cual orientar y desarrollar el proceso desde la coordinación.

La práctica indica que mientras más detallado sea un diseño, mejores serán las posibilidades de conducir la actividad por nuestra parte; con menos imprevistos tendremos que lidiar. Sin embargo, como por una parte el diseño es inicialmente un ejercicio de abstracción —previo al encuentro—, y por otra los procesos no obedecen a recetas, hay que asumir los posibles cambios que haya que introducirle durante su implementación. Esa peculiaridad no puede perderse de vista.
En base a qué se diseñan los encuentros
Por supuesto que partimos de la premisa de que trabajamos desde una concepción dialógica y participativa, que predetermina, no solo el diseño, sino el ambiente en que transcurre el proceso mismo.
En el caso que nos ocupa, las discusiones de una nueva constitución, el trabajo de elaboración de los diseños se simplifica puesto que está predeterminado por el  mismo. 
De manera que conociendo los tiempos de que dispondrá el grupo y la frecuencia que tendrán las sesiones de trabajo, de lo que se trataría es de diseñar los encuentros.  
Sin embargo, también es fundamental que consideremos la información que nos dio la prealimentación del grupo. Es decir, tomar en cuenta para el diseño el conocimiento sobre los participantes, sus motivaciones, su relación con el tema, sus prácticas y la posible aplicación en ellas de los contenidos y experiencias a vivir en el proceso.

Partes del diseño de los encuentros
Por su interés, propongámonos aquí repasar y ampliar las partes constituyentes de un diseño.

1. Objetivos. Como responden al “para qué”, constituyen el primer paso en la elaboración del diseño del encuentro. En nuestro caso, para los encuentros o sesiones de trabajo del módulo, ellos dependerán de los objetivos del Momento por el que estemos transitando, que ya están recogidos en la Guía metodológica del módulo en cuestión. Habrá casos en que serán los mismos. Uno de ésos será el inicio del Momento.
2. El recorrido lógico del encuentro. Aquí atenderemos tres aspectos fundamentales:
a) El punto de partida. Hay que diseñar un breve espacio de tiempo, al inicio, que dedicaremos a la reintegración del grupo, y en algunos casos a la socialización de los ejercicios-tarea orientados en el encuentro anterior. También podremos socializar las motivaciones y expectativas del grupo ante el nuevo encuentro. Hay que diseñar otro tiempo para atender la propuesta de la coordinación respecto a la tarea del nuevo encuentro.
b) Desarrollo del encuentro. Esta parte consiste en diseñar las maneras en que trabajaremos los contenidos que se proponen en cada momento de la discusión, al ser un tema político debe estar bien guiado y considerado los tiempos. Entonces, de lo que se trata es de definir los ejercicios por los que optar, teniendo en cuenta la composición y características del grupo, sobre todo.
c) Cierre del encuentro y orientación de ejercicios para la próxima sesión de trabajo: Se trata aquí de diseñar un tipo de actividad que nos permita, como la palabra lo indica, cerrar la sesión de trabajo, al tiempo que nos proponga dejar la puerta entreabierta a la continuidad. Entonces, nuestro diseño requiere que consideremos un momento de cierre de encuentro que nos permita atar cabos sueltos en caso que sea necesario y establecer las continuidades; motivar a los participantes para el próximo encuentro; orientar los ejercicios-tarea
Ventajas de una adecuada elaboración y apropiación del diseño
Ambas deben permitirnos:
• Dominar los ejercicios que protagonizará el grupo, y tener claridad sobre lo que se quiere de cada uno de ellos y del encuentro en general.
• Especificar bien las consignas para orientar al grupo con la mayor precisión y claridad posibles.
• Saber hasta dónde llegar, evitando trascender los contenidos, momentos y tiempos previstos.
• Enmarcar con mayor certeza las ideas, conceptos o contenidos esenciales que deben abordarse en los momentos de plenario, de debate y análisis de los temas.

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