Misticismo y surrealismo: las pinturas del ocultista Aleister Crowley
Muchos recordarán a Aleister Crowley como uno de los más notables y legendarios místicos y ocultistas de todos los tiempos. También, entre el morbo por lo oculto y la historia de las filosofías oscuras, es reconocido por ser el creador de la religión Thelema, autor de El libro de la ley y El libro de Troth, importantes obras bibliográficas sobre ocultismo, y el hombre que llevó al infierno a los más grandes músicos de la historia. Sin embargo, como suele suceder con quienes forjan una reputación más allá de sus propios talentos, su oficio artístico no es lo primero que viene a la mente. ¿Cómo son las pinturas del ocultista Aleister Crowley?
Crowley formó parte de la Hermetic Order of the Golden Dawn, junto a nada más y nada menos que el poeta William Butler Yeats. En comparación con él, Crowley no podía destacarse ni competir. Además de la poesía, los intereses del ocultista, catalogado en su época como "el hombre más malvado del mundo" por la prensa británica
Buratti sostiene que la importancia del Crowley pintor reside «en su reconsideración del arte como un componente central en su teoría mágica del universo y, en particular, su habilidad para despertar 'nuestro ser secreto', nuestro ego subconsciente, cuya imagen mágica es nuestra individualidad expresada en forma mental y corpórea».
Crowley formó parte de la Hermetic Order of the Golden Dawn, junto a nada más y nada menos que el poeta William Butler Yeats. En comparación con él, Crowley no podía destacarse ni competir. Además de la poesía, los intereses del ocultista, catalogado en su época como "el hombre más malvado del mundo" por la prensa británica
Todo esto, no obstante, no tiene tanta relevancia como los temas esotéricos. Es ahí donde las pinturas surrealistas de Aleister Crowley encuentran un lugar privilegiado, pues suelen tomar por sorpresa incluso a los más fehacientes seguidores.
Buratti sostiene que la importancia del Crowley pintor reside «en su reconsideración del arte como un componente central en su teoría mágica del universo y, en particular, su habilidad para despertar 'nuestro ser secreto', nuestro ego subconsciente, cuya imagen mágica es nuestra individualidad expresada en forma mental y corpórea».
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